Sexta edición el día 21 de enero del festival de una de las salas pioneras en la creación de problemas de escalada indoor, el año en que la escalada pasa a ser deporte olímpico.
Hace pocos años cualquier artículo que se publicase intentando dar una visión de lo que era la escalada deportiva alrededor del mundo, tenía que hacer referencia a lo obvio: los españoles eran los mejores escaladores del mundo. Mucha roca, de muy buena calidad junto al clima amable y carreteras e infraestructura turística era una ventaja que estábamos aprovechando sobre todo los propios españoles.Y eso se traducía en vías y escuelas nuevas, con encadenamientos y repeticiones que convertían en rutina resultados espectaculares.
Un mal endémico del deporte español ha sido la existencia de genios puntuales en deportes, junto al la falta de una base de deportistas de alto nivel. Si en escalada deportiva de competición sobre estructuras artificiales han aparecido escaladores capaces del máximo rendimiento, formados en roca y en las pocas salas que había, eso mismo no ha ocurrido en la escalada en bloque. Hasta la aparición de salas especializadas, como The Climb.
Route setting y el concepto de The Climb
La escalada en bloque como disciplina con entidad propia no tiene una gran tradición en España. Cuando en otros países las competiciones de bloque empezaban a atraer al público que le cuesta conseguir y mantener al formato de cuerda, gracias al mayor dinamismo, cercanía y a la mayor sencillez para entender lo que ocurre, aún se estaba comenzando a valorar las zonas de bloque al aire libre. Se abrían las primeras salas en que el entrenamiento de bloque ya era un objetivo por sí mismo.
En el momento en que route setters especializados trajeron el concepto de creación de problemas de escalada bajo techo, con la inauguración de la sala en 2012, la pieza que faltaba por encajar encontró su sitio. Había proyectos tan interesantes en que ponerse a prueba en sala como los que existen en roca natural.
El Open Boulder Festival se celebra este año en The Climb por sexta vez, y es donde mejor se manifiesta la filosofía de esta sala: treinta bloques creados en las diversas estructuras para una fase open,de la que salen los finalistas de las categorías femenina y masculina. La final se rige por las normas de las competiciones internacionales oficiales, y la nómina de participantes de otros años incluye a Javier Cano, Carlos Ruano, Eric López o Jorge Tost, sin olvidar a dos de esos genios que marcaron la escalada de competición y de dificultad de los que hablábamos antes como Daniel Andrada -quizá el escalador deportivo español más conocido de todos los tiempos- y Patxi Usobiaga.
Todo el espectáculo de escalada se complementa en esta prueba con la presencia de muchas de las marcas, medios, y figuras de la escalada nacional que hacen del día todo un festival de escalada para el asistente, o para el que no pueda asistir y quiera ver la prueba a través del streaming en directo que se realizará durante las finales de la tarde.
Jan Hojer, figura invitada para la sexta edición de The Climb Fest
Jan Hojer (Colonia, Alemania 1992) es uno de los escaladores de competición más en forma del momento. Fue campeón de la Copa del Mundo de Boulder en 2014, y quedó en segundo lugar en 2015. Su palmarés incluye un campeonato de Alemania de dificultad en 2008 en categoría absoluta-a la edad de 16 años- y una temprana repetición de Action Directe en Frankenjura, la primera vía cotada de 9a (Wolfgang Gullich, 1991) y un verdadero test para cualquier escalador deportivo. Hasta el mes de diciembre de 2016 estuvo probando otra vía de referencia, en este caso la Es Pontas de Chris Sharma en Mallorca, un más que probable 9b y un test de fuerza y resistencia que se escala sin cuerda arriesgando caídas de 20 metros sobre el mar.
Pero más que por su currículum, Hojer es conocido por sus espectaculares videos de entrenamiento y boulder que sube periódicamente a su canal de Vimeo y Youtube. Por un lado impresiona el énfasis en la fuerza específica de escalada, sobre todo de movimientos colgado de los brazos-Jan Hojer ha llegado a participar en American Ninja Warrior en 2016- y por otro los juegos a los que somete como parte del entrenamiento el director del equipo nacional alemán, Udo Neumann, a Jan y al resto de componentes de ese grupo.
Pero si hay un motivo que haga esta sexta edición más interesante es la madurez alcanzada en los dos aspectos que convierten al boulder indoor en un deporte que merece la pena practicar y ver practicar: por un lado el ambiente y la retransmisión en directo de lo que ocurre en la final. La Copa de España celebrada en esta sala hace unos meses tuvo una de las primeras coberturas en que se consiguió crear un ambiente de competición, perfectamente reflejado en la transmisión y comentarios, atractivo para los poco entendidos en este deporte.
Y por otro la creación de bloques. Ya hace años que están a cargo de los mejores equipadores de competiciones, pero son las últimas tendencias en creación de problemas donde el espectáculo y el placer del competidor se han encontrado. Lo que en el boulder en naturaleza era descubrimiento, ahora es creación, sin cortapisas.
Y esos productos de la imaginación son los que crean ese arte tan efímero como embriagante que es la actual escalada de bloque, un deporte que sólo ahora empieza a terminar de definirse en nuestro país, y a cuya configuración no es ajena The Climb.