A la hora de ir al rocódromo la mayoría de las personas no saben cómo sacar partido al tiempo que dedican a hacer ejercicio. Normalmente la gente no cumple sus objetivos por la falta de continuidad, de disciplina y de un asesoramiento adecuado.
Para ayudar a aquellas personas que necesitan tener pautado que hacer cuando a la hora de entrenar, existe una amplia oferta de clases dirigidas, en las que los profesores son los encargados de que los alumnos aprovechen al máximo el tiempo durante las sesiones de entrenamiento.
Entrenar en grupo tiene un componente social muy importante para los personas, crea sentimiento de pertenencia y, por lo tanto, anima a asistir al rocódromo y mantenerse motivado.
De manera general es totalmente recomendable que personas que están aprendiendo o necesitan una dosis extra de motivación asistan a las clases dirigidas, en ellas encontrarán una guía para un aprendizaje de una manera paulatina y sana.
Tener una supervisión y asesoramiento de un profesor, te facilitará adquirir las destrezas técnicas necesarias para aumentar tu repertorio gestual, así como la capacidad resolutiva y ser más eficiente en movimientos complejos. Esto es difícil de alcanzar de manera autodidacta o nos puede llevar mucho tiempo. Por otra parte, esta supervisión te mostrará tus debilidades y cómo trabajarlas para mejorar, así como averiguar tus fortalezas para sacar un mayor rendimiento de ellas.
Se ha de tener en cuenta que los grupos dirigidos pueden tener un tiempo limitado, distintos factores que afectan a la vida de las personas pueden hacer que en determinado momento el grupo no sea lo que uno necesita.
Otras maneras de entrenar, como ir por libre en la sala y aprovechar los recursos de la misma así y compartir experiencias con otros socios puede aportar muchas cosas positivas en determinado momento, también llevar un entrenamiento más específico a través de un entrenador personal y así obtener resultados importantes en el medio plazo.
Jacobo Rossignoli, apasionado escalador y profesor de escalada en The Climb, opina en base a la experiencia y aprendizaje adquirido durante 10 años de profesión, que muchas de las experiencias que se viven en el rocódromo son especialmente beneficiosas para personas con poca preparación o experiencia a la hora de entrenar.
Una orientación adecuada hacia estas personas inexpertas, hará que mejoren de manera progresiva evitando lesionarse por una mala práctica, que se diviertan, que aumenten su motivación por el deporte y que generen nuevas amistades con las que compartir afición y salir a escalar.
Por otra parte ir a entrenar al rocodromo a tu aire también tiene muchas cosas positivas, algunas personas se estresan y se sienten incómodas cuando dependen de un horario fijo o una rutina preestablecida. lorproduction
Ir por tu cuenta te permite, aprovechar los recursos que pueda ofrecerte la sala donde entrenas, algunas disponen de servicios como asesoramiento sobre el entrenamiento, asesoramiento nutricional e incluso rutinas diarias cuando te haces socio.
Ir por libre también suele despertar la curiosidad sobre qué hacer o qué trabajar cuando nos disponemos a entrenar. Esto hace que nos interesemos por determinados temas como el entrenamiento, trabajo de la técnica, etc, haciendo que nuestro aprendizaje sea constante.
Por otra parte este entrenamiento por libre también despierta las ganas de socializar y compartir experiencias. Esto hace que aumente nuestra capacidad para relacionarnos socialmente, fortaleciendo las relaciones que ya tengamos o creando nuevas.
La escalada da mucho pie a conocer gente por el simple hecho de que siempre nos estamos enfrentando a problemas que muchas veces son complejos de resolver. Esto hace que queramos compartir nuestras experiencias y o aprendizajes con otras personas.