(Reseña del rocódromo The Climb aparecida en prensa, Suite101 y Vavel)
Los gimnasios de escalada en España suelen ser salas de entrenamiento, algo aburridas, y en las que predomina el entrenamiento de fuerza. ¿Y si existiera un gimnasio con miles de potenciales problemas de búlder, con casi mil metros cuadrados cubiertos por colchonetas, y rutas creadas por profesionales, con movimientos perfectos y que piden todo lo que exige el búlder en la naturaleza?. Esa es la propuesta de la sala «The Climb», abierta en Madrid en el mes de febrero de 2012, y que está llamado a convertirse en la sala de referencia en España para el búlder, y el entrenamiento de escalada. Muy poco que ver con otros rocódromos en Madrid o incluso con salas de boulder: cualquier escalador puede estar en esta sala varios días a la semana y no aburrirse ni echar de menos nada,
The Climb y la creación de vías y circuitos de búlder: el route setting
El concepto «route setting», de origen anglosajón,- y los «route setters» o equipadores- no son más que la creación y creadores de rutas y circuitos de escalada y búlder. Un buen búlder o circuito estará definido por seguridad, dificultad mantenida, variedad de movimientos, imaginación y permitir soluciones que no eliminen escaladores por la estatura o estilo de escalada. Con esas ideas, los circuitos de esta sala se dividen en colores: en sus cuatro metros de media de altura, quien elija una ruta de color verde (pies y manos obligados en cada color), encontrará una ruta de dificultad moderada, en las que dónde el movimiento pide un pie para apoyarse, éste siempre se encuentra, y la colocación de las manos está adecuada a la dificultad del color elegido. Los circuitos y travesías en los paneles se encuentran marcados, con la escala de dificultad «V»: la elección es del escalador.
Filosofía y búlder en la sala The Climb
Según Unai Martínez, uno de los autores de la idea y copropietario de la sala, la filosofía es «ofrecer al escalador la mejor instalación de escalada de bloque, junto con un equipo de profesionales muy experimentados, convirtiendo a The Climb en un espacio vivo, en renovación constante y completamente integrado en las actuales tendencias internacionales«. Las normas son que los pies nunca están a más de tres metros de las colchonetas – se recomienda destrepar utilizando todas las presas antes de saltar-, aprender a caer -ofrecen cursos dirigidos-, y la ayuda de un segundo escalador para prevenir caídas descontroladas. Exactamente como en los bloques naturales: la sensación que puede tener un escalador que llega a la sala es prácticamente la misma que podría tener en un día en La Pedriza o Albarracín, sin tener que buscar los bloques o acarrear la colchoneta.
The Climb como lugar de búlder
Si lo habitual es llenar un plafón relativamente pequeño con multitud de presas, la idea de esta sala madrileña es un espacio amplio con relativamente pocas presas y seleccionadas: muchas han sido traídas de lugares como Holanda o Inglaterra, en los que la escalada indoor es una modalidad mucho más extendida. En realidad, los circuitos están pensados para que la experiencia del escalador sea lo más parecida posible a la que podría tener en las zonas que más escaladores atraen. La variedad de presas, y la originalidad de sus formas no es casual: es fruto de un enorme esfuerzo de selección, búsqueda y aprendizaje en los mejores rocódromos europeos. Los vestuarios, duchas, cafetería y sala de descanso hacen que cualquiera pueda convertirse en practicante de este deporte aunque disponga de poco tiempo, y de forma cómoda y divertida.
Entrenamiento para el búlder y competición: campus, tablas y Moonboard
«The Climb» ofrece todo lo que necesita el escalador que desea entrenar su físico fuera de los paneles: dos paneles de «campus», tablones multipresa, un panel desplomado con presas pequeñas (Moonboard) y una pequeña zona de musculación, además de una sala multiuso para estiramientos y entrenamiento funcional. Sin embargo, la sala no sería lo que es sin el muro de competición que se ubica en uno de los laterales de ésta. En este muro, el más grande de Europa en la actualidad, los circuitos de colores no marcan la dificultad, sino las diversas propuestas, con la graduación de la dificultad en la primera presa del muro. Uno puede medirse con los bloques creados por las grandes figuras de este deporte con movimientos pensados para la competición. Los eventos y competiciones en los que han participado figuras de la escalada y el búlder de la escena internacional han dejado propuestas creadas por los mejores equipadores o «route setters»: cualquiera puede medirse con un problema creado por los hermanos Olcina, Ignasi Tarazona o Paul Robinson.
Entrenar para búlder: como llegar a «The Climb», entre Leganés y Alcorcón
La sala se encuentra en el término municipal de Alcorcón (Madrid), en la calle Carbón nº 5, y ocupa una nave completa en esta zona. Es fácilmente accesible en metro desde las estaciones de «Puerta del Sur» y «Joaquín Vilumbrales» de la línea 10 madrileña. El horario de apertura es de lunes a domingo, de 8 de la mañana a 11 de la noche (los domingos cierra a las siete). El acceso en vehículo es muy sencillo: al encontrarse enclavado en una zona algo separada del casco urbano, siempre se encuentra donde aparcar. Es sin duda uno de los lugares de obligada parada para culaquier escalador madrileño o de paso por esta ciudad.